martes, 21 de mayo de 2013

Balance Polar Electromagnetico


En este proceso terapéutico el organismo se manipula como a un campo electromagnético, donde el factor eléctrico se identifica con el aspecto físico y lo magnético con lo emocional, mientras que lo mental es lo no físico. Según esta teoría, los cambios en las polaridades entre estos tres elementos se traducen en una enfermedad.

La normalización de las polaridades se hace con filtros de acetato que ejercen su acción con base en el efecto fotoeléctrico. Estos son pequeños campos electromagnéticos con una frecuencia vibratoria específica que, colocados sobre el paciente, contribuyen al reequilibrio del organismo, dándole a la persona elementos que le ayuden a la integración de sus procesos individuales y de la relación con su entorno, para que pueda encontrar la razón de ser en su vida.

El Balance Polar Electromagnético fue desarrollado por el doctor Francisco Ríos Álvarez, médico acupunturista y psicólogo colombiano, a partir de los principios de la física cuántica, de la síntesis de varias disciplinas y de la observación concienzuda en un gran número de pacientes de sus procesos fisiológicos, bioquímicos, emocionales, mentales, etc. y de su relación con el medio que lo rodea.

 
Balance Polar Electromagnético (BPE) es un sistema médico-terapéutico basado en las leyes de la física cuántica, que busca reequilibrar las polaridades eléctricas y magnéticas del organismo para reestablecer, en forma integral, la salud de la persona en sus diferentes niveles de manifestación.
A partir de los conceptos de la física moderna y, en particular, de la conocida fórmula E = mc2 planteada por

Albert Einstein (1905), "c" es una constante de la referencial que se tome y entre mayor sea la constante, menor será la densidad de la masa en un universo donde todo es energía.  De esa forma, es posible afirmar que el ser humano es una unidad, en la que lo físico, emocional y mental son sólo niveles de manifestación de esa energía que constituye el universo y, en la cual, la diferencia está fundamentalmente en el nivel de frecuencia vibratoria.
Todo campo electromagnético está constituido por un aspecto eléctrico y otro magnético que se manifiestan por unas polaridades eléctricas -negativa y positiva- y por unos polos magnéticos -norte y sur- que tienen la misma representación de lo iang y de lo inn, de lo masculino y lo femenino, de lo activo y lo pasivo, de lo estructural y lo funcional.
En este proceso terapéutico, el organismo se trabaja como un campo electromagnético en el que lo eléctrico se expresa, fundamentalmente, en el aspecto físico y lo magnético en lo emocional, lo mental y lo no físico. Las alteraciones que ocurren en él, ya sea porque se originan en su interior o porque vienen del exterior (el entorno), generan cambios en las polaridades del organismo que se expresan como una enfermedad.
Balance Polar Electromagnético fue desarrollado por el doctor Francisco Ríos Álvarez, médico  acupunturista y psicólogo colombiano, a partir de los principios de la física cuántica, de la síntesis de varias disciplinas y de la observación concienzuda en un gran número de pacientes de sus procesos fisiológicos, bioquímicos, emocionales, mentales, etc. y de su relación con el medio que lo rodea.

La interacción entre el terapeuta y el paciente, permite obtener la información necesaria de las alteraciones de su campo electromagnético en los distintos niveles de manifestación de su organismo, obteniendo así un conocimiento  de su estado de salud.

La normalización de las polaridades se hace con filtros de acetato que ejercen su acción con base en el efecto fotoeléctrico. Estos son pequeños campos electromagnéticos con una frecuencia vibratoria específica que, colocados sobre el paciente, contribuyen al reequilibrio del organismo, dándole a la persona elementos que le ayuden a la integración de sus procesos individuales y de la relación con su entorno, para que pueda encontrar  la razón de ser en su vida.

En la medida en que BPE es un proceso de manejo de información, entre más completa sea la historia clínica del paciente y entre más conocimientos tenga el terapeuta, mayores son las posibilidades de darle a ese paciente todo lo que necesita y sólo lo que necesita. Es por eso que el manejo de un medicamento homeopático, de una aguja de acupuntura o de un medicamento alopático, con el mismo criterio con que se trabaja con los filtros, permite ampliar las posibilidades de ayuda a los pacientes.
También se considera importante que el terapeuta sea paciente de BPE para que él mismo haga todo el proceso, para que pueda contar con más elementos con trabajar con sus pacientes y porque, finalmente, "nadie da lo que no tiene"

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